La patronal turística de Fuerteventura, Asofuer, critica con dureza el estancamiento y la parálisis en la que se encuentra el Plan de Modernización, Mejora e incremento de la competitividad en Costa Calma. El presidente de la entidad, Antonio Hormiga, denuncia que es “absolutamente lamentable” que tanto Gesplan como el Gobierno de Canarias “hayan tirado la toalla en Costa Calma y hayan devuelto, además, la responsabilidad de aprobar el PGOU de Pájara al Ayuntamiento después de diez años de inacción”.
Hormiga insistió en la “dramática situación” de Costa Calma, con un plan “que lleva estancado una década y con una situación a nivel de oferta alojativa, muy delicada, que perjudica gravemente a los trabajadores de los establecimientos sobre los que pesa orden de precinto, y, a la imagen del destino”.
Antonio Hormiga exigió al Gobierno “mano firme para poner orden y evitar que haya empresarios que le tomen el pelo” porque, de lo contrario, afirma “esta zona puede quedarse obsoleta provocando un gran desequilibrio entre el norte y el sur de la isla”. En este contexto defendió la labor de los empresarios “que sí están haciendo los deberes y cumpliendo con sus obligaciones además de ofrecerse para financiar parte de las obras en lugares públicos en aras a mejorar el entorno del destino”. Asimismo, manifestó la urgencia de poner en valor y mejorar toda la zona de Butihondo “uno de los mejores enclaves de toda la isla y que está hecho una pena”. Preocupa especialmente a la patronal el estado de abandono en el que se encuentra ya que, a juicio del presidente de Asofuer, “parece un destino tercermundista que contrasta enormemente con la imagen de calidad que queremos promocionar para ser realmente competitivos en un entorno muy cambiante en el que nuestros competidores directos están ofreciendo mucha calidad a precios muy bajos”.
Por otro lado, el presidente de la patronal animó al Ayuntamiento de Pájara a aprobar con celeridad el Plan General de Ordenación Urbana “que también ha estado paralizado durante una década en manos del Gobierno y ahora ha pasado otra vez al Ayuntamiento”. El PGOU, concluyó, “es imprescindible para marcar el desarrollo del municipio y dar garantías a los inversores que quieren apostar por la zona”.